Expo Museo Lucha Libre: El regreso a la infancia
Esperaba casi pacientemente en los pasillos del WTC, boleto en mano, que nos dieran luz verde de entrada, cuando vi pasar a Atlantis, a Mil Máscaras y a Carístico.
Enseguida, Súper Muñeco. Su andar lento ya acusa el paso de los años… lo recordé en sus buenos tiempos haciendo entrada tan suya y como la gran estrella del Pavillón Azteca. Puedo verlo claramente otra vez, morralito en mano, aventando dulces a los niños.
Al entrar a la Expo Museo Lucha Libre me encontré un enorme salón con stands dispuestos concéntricamente y un ring armado como escenario (si alguna vez fueron a la Expo Banamex, encontrarán ésta muy parecida, aunque algo más pequeña).
Me dispuse a pasear entre los pasillos. Aprecié las máscaras de los Tiger Mask, de Sin Cara, de Rey Misterio.
Luego, en los stands, saludé a Solar, a Bobby Lee, a Súper Porky y a algunos juniors.
Pero mi chiclocentro sabor fresa me aguardaba al fondo. A través de un pequeño pasillo se accesa a un enorme salón alfombrado con largas vitrinas dispuestas en filas que está coronado por una enorme imagen del Villano Tercero .Ojalá él estuviera aquí para estrechar su mano y saludarlo… ¡cuánta falta nos haces Arturo! Rey Arturo…
Caminé entre los pasillos de las vitrinas admirando cada máscara exhibida, inmóvil, como guerrero de terracota, contándome una historia. Y los guerreros, me trajeron los recuerdos…
Sentí, como entonces, el méndigo aguacero que nos cayó cuando Rambo perdió su tapa a manos del Villano III. Recordé la amabilidad de Don Matemático y sus encuentros de campeonato con Blue Panther. Luego me vinieron a la memoria las maravillosas luchas del Vagabundo, su despreocupada pose, su recostarse en las cuerdas… Lo veo nítidamente, sacudía su polvoriento saco.
Y la célebre foto de Doña Virginia Aguilera en la que despoja de su máscara a Tony López “La Sombra”, en el Toreo de Cuatro Caminos… la máscara del Bengala y su trágica historia… La vez que Blue Demon Sr. me cargó en sus brazos como niñito Jesús …
Una pieza en especial me trajo muchos recuerdos. Fue un cuadro con las máscaras y el programa de la monumental de Monterrey que anunciaba la lucha de máscaras entre Brazos y Villanos. Aquella noche mi hermano y yo, casi dejamos de ser hermanos …
Mi corazón se sintió reconfortado por todos estos regalos. Soy de una generación muy nostálgica, de una generación a la que le tocó vivir grandes glorias de la lucha libre, siendo muy pequeños.
Y hoy, a través de esta exposición volvemos, por los menos un poco, a aquellos tiempos.
Texto de: Mauricio Ahuatl Vega, a quien agradecemos compartirnos su experiencia.
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Autor: Dark Angelita
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