AJ Styles y Shinsuke Nakamura siguen sin dar la lucha que los aficionados esperan, esa que se robe ya no sólo el año, sino al menos un PPV. En Backlash 2018 no dieron el mejor espectáculo, aunque en este caso fue el final lo más decepcionante. Los aficionados no dudaron en abuchear cuando comprobaron que ni el Campeón WWE ni el retador se levantaron antes de que el réferi contara diez después de que ambos se lanzaran una patada a la entrepierna.
Hay quien se pregunta por qué los dos perdieron la lucha cuando no había descalificación, una condición que realmente tampoco aprovechó mucho ninguno de los dos. El réferi, Jason Ayers, explicó su decisión de finalizar el combate.
While the @WWE #WWEChampionship match between @AJStylesOrg & @ShinsukeN was no DQ, neither competitor was able to continue, as evidenced by their inability to answer my 10-count. As much as I hated to see it end that way, the safety of the competitors is paramount. #wwebacklash
— Jason Ayers (@JasonAyersWWE) May 7, 2018
Mientras que la lucha por el Campeonato WWE entre AJ Styles y Shinsuke Nakamura era sin descalificación, ninguno de los dos estaba apto para continuar, tomando como evidencia la imposibilidad de responder a mi conteo de diez. Por mucho que odie ver que una lucha termina así, la seguridad de los luchadores es primordial“.
Y no le falta razón. No nos cansaremos de decir que la salud es lo primero, y después de recibir cada uno dos golpes en la entrepierna había que asegurarse de su seguridad, pero quizá esto no consiga quitar la decepción a los aficionados.