WWE demanda por enriquecimiento ilícito por tema Arabia Saudita

Resurge el tema de Arabia Saudita y nuevamente le causa problemas a WWE. Pero problemas verdaderos, problemas legales, no fantasiosas historias de secuestro de Superestrellas cual película de Hollywood. En las últimas horas se ha podido saber que WWE se enfrenta a una segunda, tercera, cuarta y quinta demanda por parte de algunos de sus accionistas en torno a la manera en cómo manejaron el acuerdo televisivo de Arabia Saudita y todo Medio Oeste.

En las últimas horas se ha podido saber que dos accionistas de la empresa, Ryan B. Merholz y Nicholas Jiménez han demandado a WWE, Vince McMahon, Stephanie McMahon, Paul Levesque, Frank A. Riddick III, Stuart U. Goldfarb, Laureen Ong, Robyn W. Peterson, Man Jit Singh, Jeffrey R. Speed, Alan M. Wexler, Michelle D. Wilson y George A. Barrios , estos últimos expresidentes de la compañía.

► ¿Volverá WWE a negociar fuera de la corte con estos demandantes?

Jesse Rezendesm, Daniel Kooi y Rodney Nordstrom son otros accionistas que han demandado a WWE, McMahon, Wilson y Barrios en tres actuaciones legales independientes. En síntesis, todas estas demandas acusan a WWE y sus ejecutivos y accionistas de «incumplimiento del deber fiduciario, enriquecimiento ilícito, complicidad e incitación a un crimen».

Los demandantes se justifican en que WWE no reveló a tiempo y a todos sus accionistas los detalles de las negociaciones televisivas en el Medio Oeste. De hecho, acusan a Barrios de mentir descaradamente en una conferencia de prensa al haber afirmado que Orbit Showcase Network iba a renovar su contrato para emitir WWE en el Medio Oeste, porque los oficiales de la compañía ya sabían que OSN no iba a renovar el acuerdo.

Lo anterior habría sido aprovechado por varios ejecutivos de la compañía para vender más de 300 millones de dólares en acciones aprovechando que cada acción valía 66 dólares después de esa conferencia de prensa y sabiendo que si hubieran revelado que WWE iba a dejar de emitirse en el Medio Oeste, el precio de la acción habría caído inmediatamente. De hecho, la noticia fue un baldado de agua fría para las acciones de la empresa, ya que bajaron hasta 44.50 dólares. Aunque aún a este precio, la familia McMahon siguió vendiendo acciones.

Recordemos que el año pasado tuvo lugar la primera demanda de accionistas de WWE por este caso y al final los implicados terminaron llegando a un acuerdo fuera de la corte para pagar 40 millones de dólares a sus demandantes. La gran pregunta es qué harán ahora con toda esta gran cantidad de demandas. ¿Buscarán nuevamente llegar a un acuerdo extrajudicial?

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