Rita Chatterton, la primera referee de WWE, acusa a Vince McMahon de haberla violado en el verano de 1986

Según cuenta Chatterton, en julio de 1986 viajó al Mid-Hudson Civic Center de Poughkeepsie, donde WWF celebraba regularmente las grabaciones de sus combates televisados, con el objetivo de conseguir una audiencia con McMahon y hablar sobre su futuro en la empresa.

Tras encontralo en una cafetería cercana, él le propuso hablar del tema en su limusina. En ese momento, el chófer de McMahon, Jim Stuart, dejó la limusina y entró en la cafetería. Según Chatterton, ella y McMahon estaban solos en el vehículo.

Chatterton no quiso ofrecer los detalles del incidente, aunque ya había hablado de él en dos programas presentados por Geraldo Rivera en 1992: una revista de noticias llamada «Now It Can Be Told» y un programa de entrevistas matinal llamado The Geraldo Rivera Show.

«Empieza a hablar de un contrato de medio millón de dólares al año», dijo al público de este último programa. «Lo siguiente que sé es que Vince McMahon se está bajando los pantalones».

«Vince continuó, ya sabes, ‘Si quieres un contrato de medio millón de dólares, vas a tener que satisfacerme, y así es como tienen que ir las cosas'», continuó. «Vince me agarró la mano, siguió intentando poner mi mano sobre él. Estaba asustada. Al final, mi muñeca estaba toda morada, negra y azul. Las cosas no… Él simplemente… Dios, no se detuvo. Este hombre simplemente no se detuvo«.

«Fui obligada a practicar sexo oral con Vince McMahon. Cuando no pude satisfacer sus deseos, se enfadó mucho, empezó a arrancarme los vaqueros, me puso encima de él y me volvió a decir que, si quería un contrato de medio millón de dólares al año, tenía que satisfacerle. Si no le satisfacía, me echaba a la calle y se acababa todo.

Una de las cosas que se me quedó grabada, y siempre lo hará fue cuando terminó. Me miró y me dijo: ‘¿Recuerdas cuando te dije que no te metieras con ninguno de los luchadores? Pues lo acabas de hacer'».

Tras el incidente, Chatterton señaló que se fue al baño de mujeres de la cafetería y se echó a llorar. Después, se lavó, se metió en el coche, se fue a casa y se dio una ducha de cinco horas. Al día siguiente se puso en contacto con un abogado, pero éste le explicó que sería un caso complicado ya que, además de tratarse de su palabra contra la de McMahon, ella se había duchado en vez de acudir al hospital.

Chatterton señaló que solo contó lo sucedido a sus dos únicos amigos en la empresa, Leonard Inzitari y Andre the Giant, dos semanas después del incidente. También explicó que decidió contar su historia en 1992 porque sus padres ya habían fallecido, por lo que no tenía que preocuparse de que ellos conocieran la verdad.

Sin embargo, después de que Chatterton expusiera sus acusaciones con todo lujo de detalles, WWF se negó repetidamente a hacer comentarios. La empresa estaba envuelta en al menos otros tres grandes escándalos en ese momento -incluyendo acusaciones de acoso a menores, acoso sexual y distribución de esteroides- y la historia de Chatterton no tuvo mucha repercusión.

Posteriormente, McMahon y su esposa, Linda, presentaron una demanda contra Chatterton, Rivera, el productor de Rivera, dos de los socios de producción de Rivera y el ex luchador de WWF David Shults. En la demanda se afirmaba que Chatterton había formado parte de una conspiración en la que estaban implicados todos los acusados, y en la que «realizaron numerosos actos torticeros con la intención de infligir una grave angustia emocional a los demandantes, incluida la fabricación de una falsa acusación de violación contra el demandante Vincent McMahon que se emitió en las ondas del país».

Ambas partes presentaron demandas, pero los McMahon abandonaron cuando quedó claro que Vince tendría que ir a juicio por los cargos de distribución de esteroides, de los que luego fue absuelto. De este modo, la demanda se suspendió sin resolución.

Mientras tanto, Chatterton se muestra esperanzada por los últimos acontecimientos. «No va a pagar por lo que me hizo», señala. Pero se alegra de que las acusaciones de soborno salgan a la luz. «Ahora esta chica ha salido a la luz», dice Chatterton sobre la asistente legal cuya amiga envió los primeros correos electrónicos a la junta de WWE, «y estoy segura de que otras saldrán a la luz. Porque no somos las únicas. No tengo ninguna duda al respecto».

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