Más detalles del despido de Big Cass de WWE

Las acciones tienen sus consecuencias y el tiempo pone las cosas en su lugar. El porcentaje de éxito de aquellos cuya actitud fue repudiada por sus pares en los vestuarios en este negocio no es muy favorable. Enzo Amore, independientemente de ser inocente o no de las acusaciones con las que se le apuntó, lo sabe muy bien. Y, curiosamente, su ex-compañero (pero lejos de ser amigo) Big Cass ha sido el último en sentir el sabor de esas consecuencias.

Y es que si bien a nadie se le desea el mal, fue el mismo gigante quien se las ingenió, aún teniendo el apoyo incondicional de Vince McMahon por un largo rato —que incluso llegó a considerar meterlo en la puja por el siguiente gran rostro de la compañía—, para terminar de este modo. Un mal del que también sufre otro favorito del mandamás en Baron Corbin aunque, claro está, en una medida mucho menor.

Durante las últimas horas venimos enumerando las razones que llevaron al de 2,10 metros a llegar a esta instancia, pero si los episodios antes mencionados no fueron suficientes, ahora venimos a la carga con más sucesos. Porque, como señalábamos, fueron un conjunto de acontecimientos los que produjeron el resultado final, siendo su mal comportamiento la fuente de todos ellos. Poniendo un punto y seguido en los ítems antes nombrados, aquí vamos con más.

Uno de los asuntos de los que más se habló fue de su ataque al hombre de baja estatura en un reciente show de SmackDown que, entonces reportábamos, fue una improvisación del momento del neoyorkino que disgustó al mismísimo McMahon. Esa versión es cierta, sin embargo, la historia es más extensa. Principalmente, fue el propio gladiador quien sugirió hacerlo con el fin de provocar una mayor reacción, algo que terminó discutiendo con el Presidente. Éste le dio la aprobación, pero fue el ataque excesivo el que no le gustó.

Perder dos veces seguidas vía submisión ante Daniel Bryan en PPV fue una evidente manera de castigarlo, pero se dice que el hecho de que la rivalidad no haya sido fructífera no ha tenido relación con su liberación. En cambio, sí hubo cierto descontento durante el transcurso de su enemistad con Big Show, allá por agosto del año pasado, antes de que cayera lesionado. Al parecer, se le atribuyó responsabilidad por el pobre resultado de la misma y fue entonces cuando su relación con los productores de la empresa se tornó tensa.

Pero sin irnos tan lejos, hace no más que un par de semanas atrás, Cass se rehusó a practicar una promo antes de un programa de SD, orden que le había dado Kevin Dunn, todo un peso pesado entre los directivos. ¿El resultado? La promo terminó siendo más larga de lo que debía y McMahon, en uno de sus ataques de cólera, se decantó por echar al escritor creativo de la dicha.

Y los problemas entre sus compañeros no quedaron atrás. Se sabe de una ocasión en la que discutió con Sami Zayn al apoyar la postura que tomó Donald Trump ante la comunidad musulmana (siendo Sami un descendiente) y mexicana. Producto del enfrentamiento y de su fanatismo por el actual Presidente de los Estados Unidos, Cassady se hizo varias enemistades en los vestuarios. Por otra parte, todos coinciden en que varios hechos durante la última gira europea fueron primordiales a la hora de tomar la medida.

El trato y la falta de respeto era otro inconveniente. La ex Superestrella Mike Bucci, mejor conocido como Simon Dean, dio un ejemplo recientemente cuando hizo pública la oportunidad en que Cass le negó la entrada a los vestuarios de WWE a otro ex talento:

“Un ex compañero mío de mis días en WWE estaba tras bambalinas en un show de ellos hace aproximadamente un año atrás y Cass lo echó, pidiéndole que se fuera de los vestuarios. Si sus caminos vuelven a cruzarse en las independientes, espero estar allí para ver a mi viejo colega regresándole el favor”.

Aunque no lo veremos pronto en acción a raíz de la cláusula de no-competición de 90 días, queda por ver cuál será la siguiente movida del luchador y si, al igual que su ex compañero, se decantará por tomar un rumbo lejos de los cuadriláteros. No parece lo más probable, pero dada su limitada capacidad luchística, uno podría llegar a pensar que muchas puertas se le cerrarán y, ciertamente, su reputación tampoco le hará un favor.

¿Y a ustedes qué les parece? ¿Hizo bien WWE en despedirlo? ¿Creen que tiene futuro en las indies? ¿Les gustaría verlo en alguna otra empresa en particular? Dejen sus opiniones en la caja de comentarios.

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