Justin Bieber visita a Conor McGregor en su recuperación por la lesión que sufrió

Conor McGregor parece estar viviendo su vida al máximo en medio de la recuperación de su lesión. El peleador irlandés viene de un combate de trilogía contra Dustin Poirier.

El combate de peso ligero encabezó el UFC 264 dentro del T-Mobile Arena en Las Vegas, Nevada. McGregor comenzó con una serie de patadas. Las cosas dieron un giro cuando McGregor se dejó caer por una guillotina y Poirier escapó de la sumisión. «El Diamante» descargó el suelo y lo golpeó en el ground and pound antes de que McGregor fue capaz de volver a a ponerse de pie.

Al final del primer asalto, Conor McGregor sufrió una fractura de tibia. Poirier fue premiado con la victoria a través de la detención del médico.

Inmediatamente después de la pelea, McGregor lanzó insultos contra Poirier y su esposa, Jolie. El presidente de la UFC, Dana White, ha dicho que un cuarto combate entre el «Notorious» y «The Diamond» tiene sentido. En primer lugar, es probable que Poirier tenga una oportunidad con el campeón de peso ligero de la UFC, Charles Oliveira.

A pesar de las circunstancias, McGregor parece estar disfrutando de la vida con la estrella del pop Justin Bieber en Beverly Hills.

THEY KNOW THEIR GAME 👑

CONOR MCGREGOR X JUSTIN BIEBER pic.twitter.com/TntdD7oS9n

— steve (@secutebeliebz) July 23, 2021

McGregor fue operado recientemente con éxito. Estará con muletas durante las próximas semanas. McGregor ha afirmado que se lesionó la pierna antes del combate de la trilogía con Poirier. El peleador estadounidense dijo recientemente a Teddy Atlas el momento en que se dio cuenta de que la pierna de McGregor estaba rota.

«Cuando estás en el momento en el ojo de la tormenta es una especie de locura, así que no sabía que su pierna se había roto porque ambos estábamos golpeando al mismo tiempo. Él cayó y yo empecé a golpearle. No supe que se había roto la pierna hasta que sonó la campana y empecé a alejarme. Estaba sentado sobre su trasero sujetando su pierna y vi que su tobillo y la pierna estaban como colgando.

«No había resistencia, no había hueso. Era como un colgajo de piel. Entonces me di cuenta de que se había roto la pierna. Mientras me dirigía a mi esquina, mi esquinero se acercó y nos miramos a los ojos y dije: «Se ha roto la pierna, esto se ha acabado». Pero en ese momento no sabía que estaba rota».

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